Si te planteas instalar una chimenea en casa, seguro que te preguntas si es mejor instalar chimeneas de leña, de biomasa, o de gas. En este artículo te contamos qué modelo de chimenea puede ser más adecuado para ti en función de sus características y tus necesidades.
Las chimeneas estancas, las más beneficiosas
La primera duda que nos puede venir a la cabeza es si es mejor elegir una estufa abierta o cerrada.
Entre los distintos tipos de chimeneas de leña que existen, las chimeneas estancas ofrecen un mayor rendimiento, gracias a que aumentan el rendimiento calorífico.
Mientras que las chimeneas abiertas no superan rendimientos superiores al 50%, las chimeneas cerradas con puertas de vidrio superan el 80% en las chimeneas de leña, y más del 90% en chimeneas cerradas de pellets y gas.
Otra de las ventajas de las chimeneas cerradas es que es posible controlar el fuego con más precisión.
Tampoco hay que desprestigiar los sistemas de doble combustible que incorporan estas chimeneas, que al utilizar los gases generados para producir más calor, disminuyen las emisiones contaminantes a la vez que ahorran combustible.
¿Chimeneas de leña o chimeneas de pellets?
Las chimeneas de leña son las opciones más tradicionales, sin embargo presentan una serie de desventajas si las comparamos con las chimeneas de pellets. Las más significativas son el precio de la madera, la aparatosidad por su tamaño, los residuos que dejan y la imposibilidad de programar los horarios de la chimenea o la temperatura de esta.
En cuanto a las chimeneas de pellets, como hemos comentado antes ofrecen un rendimiento de hasta el 95%, por lo que no es de extrañar la demanda creciente de estas chimeneas.
Pero esta no es su única ventaja. Las chimeneas de pellets funcionan con este combustible ecológico, neutro en sus emisiones de CO2 a la atmósfera. Los pellets son pequeños cilindros hechos de madera residual, serrines y virutas prensadas sin ningún tipo de aditivo.
Por otro lado, también hay que valorar que este combustible ocupa menos espacio y apenas genera residuos en comparación con la leña. Con lo que la limpieza no tiene porqué ser tan periódica.
Para terminar, para mencionar un contra de las chimeneas biomasas es que aunque resultan más económicas a largo plazo, la inversión inicial es mayor que la que se hace con una chimenea de leña.
Ventajas y desventajas de las chimeneas de gas
Las chimeneas de gas tienen la ventaja de ser muy fáciles y cómodas de mantener. Principalmente porque no generan residuos y necesitan una salida de humos de sólo unos 10 cm de diámetro, inferior a la de las chimeneas de leña y biomasa.
Además, son equipos que pueden controlarse por completo, con mayor capacidad de programación y un precio asequible.
Como desventaja, el calor deja de sentirse nada más apagar la estufa, a diferencia de las chimeneas de leña y de pellets. Por otro lado, los precios de instalación se incrementan en las chimeneas de gas. Aunque la diferencia más importante es la del precio de combustibles, teniendo el gas un precio muy superior al de la leña.
Conclusión: ¿Qué modelo elegir?
Ahora que conocemos las ventajas y desventajas de las chimeneas de leña, de gas y de pellets, debemos tener otros aspectos en cuenta como la potencia de la chimenea en función del tamaño de la estancia a calentar. A grandes rasgos, para una estancia de techo normal, se necesitará 1 kW de potencia por cada 10 metros cuadrados.
También es importante hacer una instalación profesional, especialmente en los casos de las chimeneas de leña y de biomasa. Pues esto permitirá aprovechar al máximo el rendimiento de cada chimenea.
Si aún tienes dudas sobre qué tipo de chimenea elegir, contacta con nosotros y estaremos encantados de asesorarte.